Las campanas de alarma han comenzado a resonar en el ámbito fiscal mexicano. El Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) ha lanzado un llamado de atención claro y directo: 2024 será un año caracterizado por un incremento notable en las acciones de fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Las grandes empresas y personas morales se encuentran en la mira.
Es un hecho que la geografía nacional tiene un papel relevante en este panorama. Por ejemplo, desde Querétaro hasta la frontera norte, no es raro que el personal operativo e incluso de supervisión decida migrar. Asimismo, en los núcleos industriales y corporativos, se percibe una volatilidad laboral, donde los empleados exploran continuamente oportunidades laborales alternas.
Pero en tiempos de globalización y avances tecnológicos vertiginosos, ¿qué ocurre cuando estas leyes se encuentran con realidades intangibles, como las propiedades digitales y otros bienes sin forma física?
Estas organizaciones desempeñan un papel importante en la sociedad, y es crucial entender cómo se rigen en el ámbito fiscal para cumplir con sus obligaciones y disfrutar de los beneficios fiscales adecuados.