La diferencia entre los síntomas que anuncian la llegada de la menstruación y los que anuncian el inicio del embarazo es bastante sutil. Los síntomas, de hecho, suelen confundirse hasta tal punto que quienes temen estar embarazadas esperan que los síntomas que están experimentando sean los de un flujo menstrual próximo y, por el contrario, quienes desean un bebé, interpretan los síntomas como probables. y feliz anuncio de embarazo.

En esta situación de fuerte ambigüedad, la mujer a menudo se encuentra bajo un estrés severo y una fuerte ansiedad que podría retrasar la llegada de la menstruación por muchos días. Por lo tanto, es bueno observar las señales que envía el cuerpo, pero se vuelve sobre todo importante saber interpretarlas de la manera correcta.

¿CUALES SON LOS SINTOMAS? ¿CÓMO DEBEMOS INTERPRETARLOS?

Hay varios síntomas tempranos que pueden o no indicar un embarazo. Cabe señalar que estos síntomas pueden variar de una mujer a otra y, en el caso de un embarazo, incluso de un embarazo a otro. Los síntomas principales son los siguientes:

Ausencia de menstruación.

El retraso menstrual puede ser un síntoma evidente de embarazo, especialmente si tu ciclo menstrual es regular.

En el embarazo, como es bien sabido, la menstruación se interrumpe, pero, en la fase inicial, se pueden observar pequeñas manchas que indican la implantación del embrión en el útero en la semana siguiente a la concepción. Rara vez ocurre que se produzca una verdadera menstruación falsa. Estas pérdidas son mucho más leves que un flujo menstrual real y generalmente se detiene casi de inmediato. En este caso, es bueno realizar una prueba de embarazo y contactar al ginecólogo para realizar más pruebas.

Cambios en los senos.

Puede haber cambios en el seno que resulten, desde las primeras semanas de un posible embarazo, aumentados de volumen, más apretados, más dolorosos, más sensibles y con las areolas de los pezones de un color más oscuro.

Los síntomas mencionados anteriormente son, sin embargo, comunes tanto al síndrome premenstrual como al embarazo y la causa de su aparición viene dada por la hormona progesterona: ésta provoca, de hecho, sensibilidad en los senos y los senos aparecen más hinchados, tensos y duros al tacto.

Pero, ¿cómo es posible entender si este síntoma se debe a un embarazo en curso o a un ciclo menstrual próximo?Tan pronto como aparece el flujo menstrual, los senos se vuelven más suaves y menos dolorosos. Además, a diferencia de las mujeres embarazadas, los pezones no tienden a oscurecerse y los tubérculos de Montgomery ya no se hacen visibles: estos últimos son pequeñas glándulas que se encuentran en las areolas que aumentan de tamaño y son más evidentes hacia la decimosexta semana de embarazo

Náusea.

Es un síntoma conocido por ser típico de las mujeres embarazadas y, de hecho, acompaña a alrededor del 50% de las mujeres en el primer trimestre. Aunque a menudo se las conoce como "náuseas matutinas", en las mujeres embarazadas pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche, y también pueden ser tan persistentes que provocan el vómito.

La náusea es un síntoma característico del inicio de muchos embarazos (no de todos) y raramente ocurre, sin embargo, durante el período que precede al flujo menstrual. Sin embargo, muchas mujeres experimentan una sensación de dolor de estómago y molestias gastrointestinales en el síndrome premenstrual y, además, también experimentan un aumento del hambre, en particular un antojo de azúcar fácilmente reconocible, que no es típico del inicio del embarazo.

Dispersión de olores y sabores.

A diferencia de las mujeres con síndrome premenstrual, las mujeres al principio del embarazo tienen una sensación de náuseas acompañada de una total repulsión por ciertos alimentos o bebidas que siempre han consumido normalmente.

De hecho, puede haber una percepción diferente de los olores y sabores y, en particular, los olores que antes eran apreciados pueden volverse desagradables para la mujer (por ejemplo, café, humo de cigarrillo, desodorantes y perfumes, etc.). O bien, las mujeres embarazadas pueden desarrollar antojos de ciertos tipos de alimentos, incluso aquellos que inicialmente no eran bienvenidos.

Micción frecuente.

La mayor frecuencia en la micción es típica de las mujeres embarazadas ya que el útero comienza a cambiar de posición desde las primeras semanas de embarazo al aumentar la frecuencia de la micción. De hecho, el útero, al expandirse, ejerce presión sobre la vejiga y, en particular en el último período del embarazo, está tan agrandado que presiona constantemente sobre la vejiga.

Por lo tanto, este síntoma es típico tanto del inicio como de la fase final del embarazo y no se presenta en la fase premenstrual.

Calambres abdominales.

Los dolores abdominales inferiores pueden aparecer tanto en el síndrome premenstrual como en el embarazo temprano. En el primer caso los cólicos indican, precisamente, la llegada inminente de la menstruación, pero, a diferencia del inicio del embarazo, el dolor es fácilmente reconocible y bastante pronunciado, además de continuo. Los calambres también tienden a aumentar especialmente en los primeros 3 días y disminuyen gradualmente.

En el caso de un inicio de embarazo, sin embargo, puede existir la posibilidad de experimentar calambres en la parte inferior del abdomen, pero estos suelen ser menos frecuentes y mucho menos dolorosos que los calambres y dolores típicos de un flujo menstrual.

Agotamiento y cansancio.

Durante el embarazo, es muy probable que una mujer se sienta inusualmente cansada y con sueño. Este estado puede deberse al aumento de los niveles de progesterona: esta hormona ralentiza todo el metabolismo y determina no solo una sensación de cansancio y somnolencia sino también dificultades digestivas y estreñimiento, ya que tiene efectos sobre otros sistemas.

El estreñimiento y la fatiga también pueden aparecer en el síndrome premenstrual, pero en mucha menor medida que en el embarazo.