El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado un fuerte golpe en la recaudación fiscal, logrando incrementar sus ingresos en un 113.4% respecto al sexenio anterior, alcanzando la impresionante cifra de 3.4 billones de pesos. Este crecimiento ha sido impulsado por auditorías rigurosas tanto a grandes como a pequeños y medianos contribuyentes, además de una efectiva promoción del cumplimiento voluntario. Estas acciones, bajo el marco del Plan Maestro, tienen implicaciones directas para los empresarios y emprendedores, quienes deben estar más atentos que nunca a sus obligaciones fiscales para evitar sanciones y aprovechar las oportunidades de autocorrección.
La estrategia del SAT se ha centrado en tres pilares fundamentales: prevenir planeaciones fiscales agresivas, aumentar la percepción de riesgo entre los grandes contribuyentes y ofrecer certidumbre jurídica. Para los empresarios, esto significa un entorno donde las auditorías se han vuelto más asertivas, abarcando hasta cinco ejercicios fiscales anteriores, y donde la autocorrección y el cobro oportuno son incentivados. Además, el SAT ha reforzado la verificación de la correcta aplicación de saldos a favor del IVA y ha trabajado en la eliminación del rezago de créditos fiscales.
Uno de los sectores más impactados por estas medidas ha sido el comercio exterior, con una mayor digitalización de trámites que busca no solo agilizar las operaciones, sino también incrementar la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado global. Sin embargo, este enfoque también ha traído consigo un fortalecimiento de las auditorías en importaciones temporales y verificaciones de origen, así como una revisión exhaustiva de los programas de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX).
Implicaciones Jurídicas y Tecnológicas: La reciente resolución de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la no obligación del SAT de verificar la titularidad de la CLABE en devoluciones automáticas del ISR añade una capa adicional de responsabilidad a los contribuyentes. Esto refuerza la importancia de que empresarios y emprendedores aseguren la correcta presentación de sus declaraciones y la autenticidad de la información proporcionada.
Asimismo, la actualización a la versión 3.6.5 del Sistema Único de Autodeterminación (SUA), anunciada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), subraya la necesidad de estar al tanto de los cambios tecnológicos que impactan el cumplimiento de las obligaciones fiscales y laborales.
En este contexto de mayor rigor fiscal, los empresarios y emprendedores deben adoptar una postura proactiva en la gestión de sus obligaciones tributarias. Es vital implementar controles internos efectivos que permitan cumplir con las nuevas exigencias del SAT, mantener una correcta autodeterminación de contribuciones y aprovechar las herramientas tecnológicas para optimizar procesos. La prevención, la transparencia y la adopción de buenas prácticas fiscales se han convertido en la clave para navegar exitosamente en este entorno fiscal más exigente y competitivo.