¿Quién eres después de pasar por desafíos en tu vida? ¿Te consideras una persona con la superación en la sangre, de esas con una gran capacidad para recuperar fuerzas y reencauzar tu vida? ¿O te sacudes y pierdes la confianza en ti mismo?

Por momentos, es natural tener la sensación de que el suelo ha desaparecido bajo nuestros pies y que todo se va por los aires. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las cosas vuelven a su lugar y recuperamos nuestras fuerzas para vivir. Esta capacidad humana se llama resiliencia. Para obtener más información sobre cómo sucede esto, continúe leyendo este artículo.

¿Qué es la resiliencia?

En física, la resiliencia es una propiedad que tienen algunos materiales de volver a su forma inicial después de haber sido sometidos a una deformación elástica. Cuando aprietas una esponja, pronto vuelve a su forma original ya que es un material resistente.

La psicología tomó prestado este concepto de la física y lo resignificó metafóricamente. Considera que las personas también tenemos esta propiedad y, en ese contexto, la resiliencia es la capacidad que tiene cada ser humano para adaptarse y crecer tras situaciones de crisis o adversidad. Un individuo que es resiliente, por lo tanto, tiene una capacidad increíble para superar desafíos y convertir algo malo en una gran experiencia de aprendizaje, convirtiendo el obstáculo en una fuerza impulsora.

Ya puedes ver que la resiliencia es algo que nos ayuda a posicionarnos frente a los desafíos de manera positiva, entendiendo siempre que todas las experiencias que atravesamos en la vida son fundamentales para nuestro crecimiento y desarrollo como seres en constante evolución.

Es porque es tan importante que hoy voy a compartir contigo las principales actitudes de las personas que logran ser altamente resilientes, para que sepas cómo puedes desarrollar aún más tu resiliencia en el día a día. Verificar.

Las principales actitudes de las personas resilientes

Saber reconocer las principales actitudes y comportamientos de las personas que logran ser altamente resilientes ante las adversidades y los desafíos es fundamental para que tú también desarrolles esta habilidad y tengas resultados aún más positivos, tanto en tu vida personal como en tu vida profesional. Vea cuáles son estos comportamientos a continuación:

1. Se adaptan fácilmente

Las personas resilientes son altamente adaptables. Esto se debe a que entienden que la vida se compone de cambios constantes y que es necesario tener flexibilidad para enfrentar cada uno de ellos, aprovechando lo mejor que tienen para ofrecer.

Además, cuando asumen esta postura ante los cambios que impone la vida, las personas resilientes saben que sufrirán mucho menos que quienes luchan y resisten contra todo y contra todos.

2. Son optimistas

El optimismo es una de las principales características de las personas resilientes. Creen y dirigen sus comportamientos y actitudes para que, al final, todo salga bien para todos. Nunca pierden la esperanza y siempre creen en los resultados positivos, aunque también se preparan para la adversidad.

Además, incluso ante situaciones adversas, estas personas siempre tratan de enfocarse en el lado positivo de las cosas, aunque sean experiencias negativas, buscando comprender cómo pueden salir mejores y más fuertes de cada desafío.

3. Tener inteligencia emocional

Difícilmente verás a una persona resiliente desesperada por algo malo que le haya pasado. Por supuesto, sentirá el impacto de la situación e incluso podrá sufrirla, sin embargo, como tiene una inteligencia emocional muy desarrollada, podrá contar con los sentimientos positivos, así como con los valores interiores que la rigen. vida, para hacer frente a las penas y situaciones estresantes de su viaje.

El impacto inicial de un problema puede ser incluso negativo, pero el resiliente sabe que no es eterno. Se enfoca en la solución y se esfuerza por resolver la situación, en lugar de arrepentirse de lo que pasó y ya no se puede cambiar.

4. Tienen alta autoestima

Las personas con autoestima alta no suelen dejarse abatir por ninguna situación que les llegue para “tratar de abatirles”. Debido a que tienen una buena visión de sí mismos y un autoconocimiento bien desarrollado, entendiendo su mayor potencial, habilidades y competencias, saben exactamente qué recursos internos y externos tienen para superar los desafíos y las adversidades.

Esta alta autoestima no se confunde con la arrogancia, el orgullo o la arrogancia. Es solo una confianza en sí mismo que tiene el individuo, creyendo que podrá superar los obstáculos que se presenten.