El cáncer que afecta a los leucocitos (glóbulos blancos), la leucemia se subdivide en varios tipos y puede afectar a todos los grupos de edad. Incluso es el cáncer más común en los niños.

Para comprender mejor qué es la leucemia, cuáles son los principales síntomas y los tratamientos indicados, continúa en el post. Al final del texto, también abordamos la importancia de ser donante de médula ósea.

Qué es la leucemia

La leucemia es un tipo de cáncer que ataca las células madre en la médula ósea, lo que provoca una producción excesiva de glóbulos blancos (leucocitos). Como efecto, también afecta la cantidad normal de otras células sanguíneas (glóbulos rojos y plaquetas). La enfermedad comienza en la médula ósea, pero se disemina por todo el cuerpo a través de la sangre.

Actualmente, la comunidad médica segmenta la leucemia en doce tipos posibles. Esta división se hace por el tipo de afección, aguda o crónica, y por las células afectadas, mieloide o linfoide.

Los casos crónicos son aquellos en los que la enfermedad progresa lentamente, al igual que los síntomas. Las agudas se caracterizan por el avance acelerado de las células leucémicas, provocando el rápido empeoramiento de los síntomas.

Aunque no existe un consenso universalmente aceptado sobre el origen y las causas de la leucemia, el tabaquismo, la exposición continua a la radiación y los problemas genéticos se identifican como factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.

Como diagnosticar

El diagnóstico de leucemia se puede realizar en exámenes de rutina, ya que el paciente leucémico mostrará cambios en las células sanguíneas en su hemograma (leucocitos en gran número, mientras que los glóbulos rojos y las plaquetas son bajos). Además, el mielograma -examen de médula ósea- y la biopsia pueden ser solicitados por el oncólogo y el hematólogo, para un diagnóstico más certero.

Al afectar la producción de células sanguíneas, la leucemia se puede diagnosticar a través del hemograma.

Tratamientos

Los posibles tratamientos para la leucemia tienen como objetivo destruir las células cancerosas para que la médula ósea pueda producir nuevas células sanguíneas sanas. La intervención depende del tipo de cáncer y puede incluir radioterapia, quimioterapia y, en última instancia, trasplante de médula ósea.

La definición del tratamiento se realiza después de la evaluación médica, de acuerdo con la condición clínica del paciente. El diagnóstico lo realiza un hematólogo u oncólogo.

La leucemia es un tipo de cáncer que ataca a los glóbulos blancos y afecta la producción normal de glóbulos.

Cuáles son los síntomas

Para comprender los síntomas de la leucemia, es importante tener en cuenta la función de las células sanguíneas sanas y cómo las produce el cuerpo. En resumen, la médula ósea tiene células madre, responsables de la producción de células sanguíneas: leucocitos (glóbulos blancos), eritrocitos (glóbulos rojos) y plaquetas. Este conjunto celular luego es liberado al cuerpo por la circulación, realizando sus funciones.

Los leucocitos son las células que combaten las infecciones virales y bacterianas, además de fortalecer el sistema inmunológico en su conjunto. Los glóbulos rojos, a su vez, tienen una alta concentración de hemoglobina y transportan oxígeno a todas las células del cuerpo. Finalmente, las plaquetas permiten que la sangre se coagule.

Con eso en mente, los cambios en las células sanguíneas causados por la leucemia inducen numerosos síntomas diferentes. La reducción de leucocitos hace que el paciente sufra infecciones oportunistas. Los glóbulos rojos bajos causan anemia, fatiga, dolores corporales y dolores de cabeza.

Sin plaquetas saludables, la coagulación de la sangre se ve comprometida, lo que hace que la persona experimente sangrado por la nariz y las encías, y manchas moradas en la piel. Otros síntomas son los ganglios linfáticos inflamados en el cuello, las axilas y los codos, fiebre, pérdida de peso, dolor en los huesos y las articulaciones, náuseas, vómitos y sudores nocturnos.