Una cosa es cierta: la pandemia ha dejado claro que la recuperación económica, cuando se produzca, será el resultado de un cambio de perspectiva basado en nuevos comportamientos, formas de pensar y producir. Y sobre dos pilares: el poder del verde y la digitalización.

Europa está en el centro del cambio. Con el Acuerdo de París se comprometió a ser climáticamente neutral en 2050 y con el Pacto Verde Europeo puso en marcha una nueva estrategia basada en la reducción de la contaminación, en la difusión a gran escala de las tecnologías limpias más avanzadas, de forma circular, justa y economía inclusiva.

Hoy, el ambicioso programa de la Unión Europea Next Generation EU se basa en inversiones y reformas para una recuperación de la economía basada principalmente en la transición ecológica y digital.

A nivel italiano, el Plan Nacional de Recuperación y Resilienciareconoce y desarrolla estas indicaciones convirtiéndose en el documento fundamental para planificar la recuperación económica y social en los próximos años. Entre 2021 y 2026 nuestro país recibirá aproximadamente 205.000 millones de euros.

Solo para implementar la misión "Revolución Verde y Transición Ecológica" se han destinado un total de 59.300 millones de euros. Para “Digitalización, innovación, competitividad y cultura” se destinarán 40.700 millones de euros; 25.100 millones a la misión “Infraestructuras para la movilidad sostenible” y 30.900 millones dedicados a “Educación e investigación”.

El rostro del reinicio aparece entonces evidente: orientado hacia la modernización del país, la transición ecológica, la inclusión social y territorial y la igualdad de género.# Invertir en la economía verde vale la pena: todos los datos de Italia

En una perspectiva a largo plazo, invertir en economía verde y digital se convertirá en un proceso necesario para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia, y por tanto la competitividad de las empresas.

Los datos que ofrece GreenItaly 2020, el último informe de la Fundación Symbola sobre el valor de la economía verde, ofrecen en este sentido un panorama positivo para nuestro país.

En cinco años, de 2015 a 2019, las empresas italianas de la industria y los servicios que han invertido en la economía verde han aumentado de 345 mil a más de 432 mil. En este período, casi una de cada tres empresas se ha centrado en productos ecológicos e innovación digital.

Las empresas verdes son las más propensas a innovar (73 % frente a 46 %), invertir más en I+D (33 % frente a 12 %) y utilizar tecnologías y habilidades 4.0.

El informe también destaca que las empresas verdes y con orientación 4.0 tuvieron un aumento del 16% en la facturación. El empleo vinculado al medio ambiente también creció en más de 100 mil unidades, con un incremento del 3,4 frente al +0,5% del resto de figuras profesionales.

Por último, las empresas de la economía verde son jóvenes y optimistas y creen que podrán recuperar los niveles de actividad anteriores a la crisis en 1 o 2 años.

Invertir en la economía verde: todas las oportunidades a nivel nacional y europeo

En un periodo en el que, tanto a nivel europeo como nacional, una parte importante de los recursos económicos se destinan a la economía verde, las oportunidades para empresas y startups no faltan. Para el ciclo 2021-2027, la Unión Europea ha destinado 115.400 millones de euros para la I+i y la agenda digital.

Horizon Europe, el programa de investigación e innovación más ambicioso de la Unión Europea, tiene como objetivo estimular las actividades de I+i en las pymes y aumentar el número de empresas innovadoras, fomentando la competitividad industrial y el empleo en Europa.

Mirando a Italia, la maniobra presupuestaria para 2020 prestó mucha atención al medio ambiente, estableciendo un fondo de más de 4 mil millones de euros para el período 2020-2023 para inversiones en sostenibilidad ambiental.

La maniobra prevé la introducción de créditos fiscales para las empresas por inversiones en investigación y desarrollo, en transición ecológica, innovación tecnológica 4.0 y en otras actividades innovadoras para la competitividad.

El fondo para el relanzamiento de las inversiones de las administraciones centrales, con recursos superiores a los 20.000 millones de 2020 a 2034, tiene como objetivo el desarrollo de la economía circular, la descarbonización y la reducción de emisiones.

Finalmente, la nueva ley Sabatini, para los años 2020-2025, abre a los préstamos subvencionados para inversiones en maquinaria, plantas y equipos nuevos, incluidos los de bienes de equipo "Industria 4.0" de las micro, pequeñas y medianas empresas.

El apoyo adicional para las iniciativas empresariales en la economía verde proviene de los polos de innovación digital y los clústeres industriales que ofrecen a las pymes y las nuevas empresas la oportunidad de tener acceso a un ecosistema que puede respaldar mejor la innovación digital y la propensión a la sostenibilidad.

Este es el caso de Progetto Manifattura, la incubadora de empresas de Trentino Sviluppo, que tiene como objetivo fomentar el desarrollo de un sistema de producción especializado en temas de sostenibilidad ambiental y tecnologías limpias, complementado con iniciativas de investigación, capacitación, asistencia técnica y trabajo en red.