Los programas Cumplimiento de Obligaciones, Vigilancia Profunda y Cobranza Coactiva, implementados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en lo que va del sexenio, permitieron obtener 191,506 millones de pesos (mdp) por concepto de eficiencia recaudatoria entre enero y agosto de este año.
El monto significa un aumento de 133.7% respecto al mismo periodo de 2018 y 5.9% en términos reales comparado con el mismo periodo del año pasado, detalló el SAT en un comunicado este martes. La recaudación por eficiencia recaudatoria se dividió de la siguiente forma:
-El programa Cumplimiento de Obligaciones: 87,834 mdp. -El programa Vigilancia Profunda: 72,947 mdp. El programa Cobranza Coactiva: 30,725 mdp.
El costo de la recaudación se ubicó en 24 centavos por cada 100 pesos recaudados, tres centavos menos que al mismo periodo de 2023, y el menor costo alcanzado para los primeros 8 meses desde que se tiene registro, dijo el SAT.
"Con el Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación se han obtenido 21.8 billones de pesos en lo que va de la administración, lo cual significa un crecimiento nominal de 7.4 billones de pesos y un incremento real de 16.8 por ciento, en comparación con la administración anterior", señaló el fisco.
Tupperware Brands presentó una solicitud de protección por bancarrota del Capítulo 11 a última hora del martes, sucumbiendo a las crecientes pérdidas en medio de la baja demanda de sus otrora icónicos contenedores de almacenamiento de alimentos.
La popularidad de la empresa explotó en la década de 1950 cuando las mujeres de la generación de la posguerra organizaron "fiestas Tupperware" en sus casas para vender recipientes para almacenar alimentos en busca de empoderamiento e independencia.
Sin embargo, ha perdido su ventaja frente a sus rivales que fabrican contenedores más baratos y más respetuosos con el medio ambiente.
El mes pasado, Tupperware planteó dudas sobre su capacidad para permanecer en el negocio después de advertir varias veces sobre el riesgo de una posible quiebra debido a limitaciones de liquidez.
"En los últimos años, la posición financiera de la compañía se ha visto gravemente afectada por el desafiante entorno macroeconómico", dijo el director ejecutivo Laurie Goldman en un comunicado.
La compañía dijo que tiene la intención de obtener la aprobación judicial para continuar vendiendo sus productos y trazar un proceso de venta para el negocio. La empresa lleva años intentando recuperar su negocio después de informar varios trimestres de caída de ventas. Un aumento pospandémico en los costos de mano de obra, flete y materias primas como la resina plástica también ha presionado su negocio.
El año pasado, las acciones de la compañía experimentaron fuertes oscilaciones en medio de los repuntes de las "acciones meme", donde los inversores minoristas se coordinan en las redes sociales y generalmente centran sus apuestas especulativas en empresas que atraviesan dificultades financieras o tienen un alto interés en corto.
Tupperware enumeró entre 500 y 1,000 millones de dólares en activos estimados y entre 1,000 y 10,000 millones de dólares en pasivos estimados, según los documentos presentados ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito de Delaware. En el documento se indicaba que el número de acreedores oscilaba entre 50,001 y 100,000.
En 2023, la compañía finalizó un acuerdo con sus prestamistas para reestructurar sus obligaciones de deuda y firmó con el banco de inversión Moelis & Co para ayudar a explorar alternativas estratégicas.
Israel añadió este martes el regreso seguro de sus ciudadanos a sus hogares cerca de la frontera con Líbano a sus objetivos de guerra formales, en medio de informaciones de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, planeaba sustituir a su ministro de Defensa por un rival de línea dura.
La oficina de Netanyahu dijo que había expuesto el objetivo de guerra en una reunión nocturna del gabinete de seguridad.
Decenas de miles de personas se han visto desplazadas de ciudades y pueblos a ambos lados de la frontera por los intercambios de disparos casi diarios entre las fuerzas israelíes y el Hezbolá libanés.
Hezbolá, respaldado por Irán, abrió un segundo frente contra Israel un día después de que comenzara la guerra en la Franja de Gaza con un ataque del grupo miliciano palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre y desde entonces se han intensificado los combates en la frontera entre Israel y Líbano.
Los bíperes utilizados por miembros del grupo islamista Hezbolá que explotaron casi simultáneamente este martes proceden de Taiwán y fueron cargados con explosivos en algún momento antes de llegar a Líbano, de acuerdo con informes del diario estadounidense The New York Times (NYT) y de la agencia Reuters.
Los detalles arrojan luz sobre una brecha de seguridad sin precedentes para Hezbolá, que vio detonar miles de localizadores en todo Líbano, en un episodio que dejó nueve muertos y casi 3,000 heridos, incluidos combatientes del grupo y el enviado de Irán a Beirut.
Ese movimiento proiraní atribuyó el ataque a Israel y prometió represalias en su contra.
El complot parece haber estado preparándose durante muchos meses, dijeron varias fuentes a Reuters.
Los también conocidos como buscapersonas habían sido encargados al fabricante taiwanés Gold Apollo, aseguró el NYT, citando a funcionarios estadounidenses bajo anonimato "y de otros países”.
De acuerdo con algunos de los responsables, fueron manipulados por Israel antes de llegar a Líbano. Una fuente cercana a Hezbolá, que pidió no ser identificada, dijo más temprano a la AFP que los localizadores "que explotaron corresponden a un cargamento recientemente importado (...) de 1,000 aparatos", que parecen haber sido "saboteados desde el origen”.
El NYT informó que se encargaron unos 3,000 bíperes a Gold Apollo, en su mayoría del modelo AP924. Una fuente de seguridad libanesa identificó para la agencia Reuters una fotografía del modelo del localizador, un AP924, que al igual que otros dispositivos de este tipo recibe y muestra mensajes de texto de forma inalámbrica, pero no puede realizar llamadas telefónicas.
Los combatientes de Hezbolá han estado utilizando buscapersonas como medio de comunicación de baja tecnología en un intento de eludir la localización israelí, dijeron a Reuters este año dos fuentes familiarizadas con las operaciones del grupo.
Las restricciones a operadores de taxis por aplicación en las dos terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) no han terminado de dar efecto en la práctica. Y es que aunque se establecieron nuevos puntos para abordar estas unidades fuera de las terminales aéreas, hay usuarios que continúan solicitando y recibiendo el servicio al interior.
Uber y DiDi, las dos plataformas más populares de estos servicios en el país llegaron a México en 2013 y 2018, respectivamente y la polémica con taxistas por brindar el servicio ha sido una constante, bajo la consideración de que los conductores de aplicación no cumplían con pagos u obligaciones que los operadores de taxi sí.
En el caso del aeropuerto, los intentos por evitar la entrada de estos vehículos tomaron fuerza en 2022, cuando se colocaron letreros que indicaban la prohibición de éstos a las bases aéreas con multas de 43,000 pesos a quienes incumplieran con la misma. Pero la restricción se quedó en los carteles, pues los usuarios no dejaron de hacer uso de estas plataformas digitales.
En el momento más intenso de la restricción surgió una especie de pacto entre conductores y pasajeros que fingían ser familiares o conocidos para evitar las multas. El pasado 13 de septiembre, el tema volvió al ojo público pues el AICM publicó cuáles serían los nuevos puntos de abordaje exclusivo para taxis de aplicación, un acontecimiento que causó indignación en los usuarios quienes a través de redes sociales señalaron que caminar a ellos es tardado, aún más si se va con maletas y que podrían verse expuestos a otros inconvenientes como la lluvia o la delincuencia.
En tanto, los taxistas que operan en el aeropuerto acusan que son los únicos que cuentan con autorización para dar el servicio dentro de las instalaciones del AICM, al ser considerado Zona Federal.
El pasado 2 de septiembre, conductores de Uber hicieron llegar una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitar acceso a los aeropuertos. “Durante años hemos estado en esta dinámica en la que todos nos vemos afectados. Tanto nosotros como conductores, como los pasajeros que llegan a aeropuertos de nuestro país, enfrentadose a una poca oferta con una alta demanda, y a no poder elegir un medio de transporte libremente”, señala el texto. Los conductores de Uber también expusieron que la problemática va más allá de la alta demanda de transporte en los aeropuertos. “La inseguridad que hemos vivido como conductores de Uber frente al tema es insostenible y ha generado tensión entre taxistas de los aeropuertos y conductores. Esta falta de claridad que el Gobierno sigue sin atender da pie a ciertos actos de autoridad irregulares”.
El documento está acompañado de 66 páginas con firmas de conductores de la plataforma de diferentes partes del país.