Totalplay, el negocio de televisión de paga, internet y telefonía fija, de Grupo Salinas, ha decidido tomar una nueva estrategia en su negocio. Disminuirá sus niveles de inversión y gastos, sin precisar el porcentaje, para fortalecer la liquidez de la compañía y amortizar "una porción importante de los vencimientos de deuda futuros", lo que se traducirá en un menor crecimiento de usuarios.
La decisión se produce en un momento desafiante para TV Azteca. Acreedores de Estados Unidos están buscando que la compañía ingrese voluntariamente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota estadounidense para reclamar una deuda de 63 millones 315,000 dólares. Además, recientemente, por órdenes del Juzgado Sexagésimo Tercero de lo Civil de la Ciudad de México, la empresa ha sido requerida para dejar de publicar su información financiera.
En medio de la pandemia, al igual que sus competidores, la compañía de servicios fijos implementó una estrategia de expansión comercial con el objetivo de alcanzar a más usuarios y ampliar su red de fibra óptica. Durante y después de la pandemia, la demanda de este servicio aumentó considerablemente debido a la necesidad de mantener las actividades laborales, escolares y de entretenimiento.
En los primeros tres meses de este año, Totalplay realizó una inversión de 59,227 millones de pesos, lo que representa un aumento del 21% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta inversión se destinó principalmente a la adquisición de fibra óptica, equipos de telecomunicaciones y el costo de obtener nuevos suscriptores, entre otros activos.
Además, en el contexto de un crecimiento operativo en la compañía, observó mayores gastos en áreas como personal, publicidad y promoción, mantenimiento y operación del call center. Aunque estas inversiones se han visto parcialmente compensadas por las economías de escala derivadas de una base de usuarios más amplia, la tendencia alcista en la inyección de capital cambie en el futuro.
Eduardo Kuri, director general de Totalplay, citado en el reporte financiero de la compañía correspondiente al primer trimestre de este año, dijo que la compañía experimentó una disminución del 39% en sus ganancias. Esta caída se debió a un aumento del 15% en los costos y gastos asociados a la venta de equipamiento, membresías, renta de enlaces y otros servicios de interconexión necesarios para el funcionamiento de la red. Sin embargo, esta situación fue parcialmente compensada por las eficiencias generadas a través de la renegociación de costos de contenidos.
En el Día del Maestro y tras afirmar que no es un gasto sino una inversión, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el gremio magisterial recibirá un aumento salarial de 8.2%, mismo que será retroactivo.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo federal expuso que desde ahora, el sueldo mínimo que recibirán los integrantes del sector educativo será de alrededor de 16 mil pesos. “Este día expreso que de manera retroactiva, es decir, desde enero pasado, aplicará un aumento de sueldo de maestras y maestros y de todos los que laboran en el sector educativo de 8.2% en promedio.
Además, ningún maestro, ni trabajador de la educación, ganará menos de 16 mil pesos mensuales, que es el promedio que obtienen los trabajadores inscritos en el Seguro Social”, señaló.
Para que esta alza sea posible, dijo AMLO, el gobierno federal destinará una partida de cerca de 42 mil millones de pesos al tiempo que destacó que el incremento en el salario del sector educativo también va en consonancia al mejoramiento en las perspectivas económicas y laborales del país.
“Ahora, como está creciendo la economía del país, están mejorando los sueldos. El promedio de los trabajadores inscritos en el Seguro Social, cerca de 22 millones, ya es de 16 mil pesos. Entonces, ¿cómo va a ser posible que los maestros ganen menos que eso? Por eso tomamos la decisión”, reiteró.
En un discurso, el mandatario federal enfatizó que su administración está avanzando en un nuevo modelo de escuela y para ello se reeditarán los contenidos de los libros de texto gratuitos, que tendrán un nuevo enfoque educativo.
En ese sentido, el presidente de la República aprovechó la presencia de algunos maestros para criticar al Poder Judicial, al que acusó de estar de lado de intereses creados en los tiempos en el que se reformó al sistema educativo con fines privatizadores.
El que fuera el avión presidencial de México cambió su rotulación y matrícula. Pasó de ser el TP-01 “José María Morelos y Pavón” con la leyenda Fuerza Aérea Mexicana para dar paso a ser identificado como EY-001 y unas grandes letras “Tayikistán”.
El Boeing 787-8, que fue vendido por 92 millones de dólares hace unas semanas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, despegó ayer del aeropuerto de San Bernardino, California, donde fue repintado y adaptado a las necesidades de su nuevo cliente, y aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Deshambe a las 7:35 de la mañana, tiempo de aquel país.
Donde antes se blandían los colores nacionales: el verde blanco y rojo y se coronaban con el escudo nacional que hace referencia a la fundación de Tenochtitlán por parte de la civilización Mexica, ahora lucen los colores de la exnación soviética que son exaltados con un emblema de color dorado compuesto por una corona estilizada rodeada de siete estrellas de cinco puntas.
La empresa Nomadic Aviation, fue la encargada de la aeronave desde su salida de la Ciudad de México, y del de cambio de imagen de su fuselaje
La operación de compra concretada por parte del gobierno de Tayikistán se concretó el 20 de abril por 1,658.7 millones de pesos, alrededor de 92.1 millones de dólares.
El avión presidencial se adquirió en 2012, durante la recta final del sexenio de Felipe Calderón, por lo que quien lo usó fue Enrique Peña Nieto ya como mandatario.
La aeronave fue comprada por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y representó un cargo al erario fue por 217 millones de dólares (mdd): 114.61 mdd por el avión, 79 mdd por equipamiento y 23 mdd por refacciones y accesorios.
Los recursos obtenidos por la venta del avión presidencial TP-01, un Boeing B787 Dreamliner, serán destinados a la construcción de dos hospitales en Tlapa, Guerrero, y Tuxtepec, Oaxaca cada uno de 80 camas.
Jorge Mendoza, titular de Banobras, afirmó que el precio cumple con el avalúo que hizo el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) y con ello se ahorrarán 332 millones de pesos en intereses.