A menos de 50 días de cumplirse el plazo para la legitimación de Contratos Colectivos de Trabajo (CTT) en México, solamente el 9.8% del total ha llevado a cabo este proceso, lo que pone en el tintero la eficacia de la reforma laboral de 2019 y deja en el aire lo qué sucederá con aquellas empresas que aún no lo han hecho.
La reforma laboral abría una ventana de oportunidad para el sindicalismo independiente y la búsqueda de mejores condiciones laborales para los trabajadores, pero la cifra de los contratos legitimados hasta el momento enciende las alertas, pues después del 1 de mayo los colaboradores de las empresas deben tener contrataciones individuales y no colectivas, en línea con lo marcado por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), el cual se creó a partir de dicha Reforma.
De acuerdo con el Artículo 386 de la Ley Federal del Trabajo, un CTT es “el convenio celebrado entre uno o varios sindicatos de trabajadores y uno o varios patrones o uno o varios sindicatos de patrones, con objeto de establecer las condiciones según las cuales debe prestarse el trabajo en una o más empresas o establecimientos”.
Héctor de la Cueva, coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), coloca los CTT como la razón de ser de los sindicatos, al significar un canal de comunicación de bilateralidad con las empresas, puesto que por dicha vía, es por la que se negocian anualmente los salarios, las prestaciones y los aguinaldos, pero esto no es nuevo.
Aunado a las disposiciones de la reforma laboral, el 1 de julio de 2020 entró en vigor el T-MEC en sustitución del TLCAN, el acuerdo comercial sostenido por América del Norte y que, por primera vez, en su Artículo 23 y Anexo, establecía nuevas libertades de representatividad laboral, como la elección de un sindicato. En caso de no seguir las disposiciones, se creó el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida para dar seguimiento.
Las guerras ya no sólo son en el mundo físico, sino también en el mundo virtual.
Reuters compartió que piratas informáticos rusos parecen estar preparando una nueva oleada de ciberataques a Ucrania, incluida una amenaza de "ransomware" a las organizaciones que prestan servicios a las líneas de suministro ucranianas, según un informe de investigación de Microsoft MSFT.O publicado el miércoles.
Microsoft descubrió que un equipo de piratas informáticos rusos especialmente sofisticado, conocido dentro de la comunidad de investigadores de ciberseguridad como Sandworm, estaba probando "más capacidades del tipo ransomware que podrían usarse en ataques destructivos frente organizaciones fuera de Ucrania que desempeñan funciones clave en las líneas de suministro de Ucrania".
El informe, elaborado por el equipo de investigación y análisis de seguridad cibernética del gigante tecnológico, esboza una serie de nuevos descubrimientos sobre cómo han operado los hackers rusos durante el conflicto ucraniano y lo que puede venir a continuación.
"Desde enero de 2023, Microsoft ha observado que la actividad de las ciberamenazas rusas se está ajustando para aumentar la capacidad destructiva y de recopilación de inteligencia sobre los activos civiles y militares de Ucrania y sus socios", se lee en el informe. Un grupo "parece estar preparándose para una campaña destructiva renovada".
Los hallazgos se conocen cuando Rusia ha estado poniendo nuevos soldados en el campo de batalla en el este de Ucrania, según funcionarios de seguridad occidentales.
La embajada rusa en Washington no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los expertos afirman que la táctica de combinar operaciones militares físicas con técnicas cibernéticas refleja actividades rusas anteriores.
"Emparejar ataques cinéticos con esfuerzos para interrumpir o negar la capacidad de los defensores para coordinar y utilizar la tecnología dependiente de la cibernética no es un nuevo enfoque estratégico", dijo Emma Schroeder, directora asociada de la Iniciativa Cyber Statecraft del Atlantic Council.
Clint Watts, director general del Centro de Análisis de Amenazas Digitales de Microsoft, dijo que "en países de América y Europa, especialmente en los vecinos de Ucrania, las amenazas rusas han tratado de acceder a organizaciones gubernamentales y comerciales implicadas en los esfuerzos de apoyo a Ucrania".
"Solo nos tomó 23 años llegar a 25 países”, dice Xavier López Ancona, fundador y director general de KidZania, sobre el proyecto que abrió por primera vez sus puertas en 1997 como La Ciudad de los Niños, y que alista su entrada a Hong Kong en 2023.
El plan está en marcha. El primer paso es abrir el centro, que estará dentro del complejo comercial SkyCity, adyacente al aeropuerto internacional de Hong Kong. A lo largo de una década, la estrategia de expansión de la empresa se ha realizado de la mano de un franquiciatario que conoce el mercado y que, además, tiene una importante presencia en China.
“Hong Kong es un mercado muy atractivo. Nuestro franquiciatario es uno de los tres grupos locales más grandes y nuestro compromiso con ellos es probar este concepto en Hong Kong, donde tenemos una cultura y un público chino, y si esto funciona, vamos juntos a crecer en China”, explica.
Esta no es la única señal de un mercado con oportunidades. China es el país donde más les han copiado, reconoce López Ancona. Hasta antes de la pandemia, según sus cálculos, había al menos 52 KidZania ‘piratas’, aunque algunos cerraron.
“Seguimos teniendo varias copias, pero estamos cubiertos con el tema de nuestro nombre, de nuestra historia, nuestra propiedad intelectual y logotipo”, dice el empresario.
Para López Ancona, en China, hay posibilidades de crecer y colocar un KidZania en entre 10 y 12 ciudades con alta densidad poblacional y un nivel socioeconómico que permitiría recuperar la inversión. Hasta ahora, KidZania ha tenido un fuerte desarrollo en ciudades de entre cuatro y seis millones de habitantes, como Fukuoka, Catar o Dubái.
Hoy China no es el único país de la región en su mira. En 2022, la empresa cortó el listón de dos centros de entrenamiento, el primero en Fukuoka, Japón, y uno más en Surabaya, Indonesia, cada uno con una inversión aproximada de 10 millones de dólares. Estos parques compensan el cierre de otros complejos durante la pandemia, ubicados en Filipinas y Tailandia.
Las bolsas estadounidenses cerraron a la baja el miércoles, pero recortaron fuertes pérdidas por los problemas de Credit Suisse que reavivaron el temor a una crisis bancaria, lo que eclipsó las apuestas a una menor subida de tasas de interés en Estados Unidos en marzo tras la debilidad de los datos económicos.
Los índices estadounidenses recuperaron algo de terreno a última hora de la sesión después de que un reporte de Bloomberg afirmó que el Gobierno suizo estaba viendo opciones para estabilizar el gigante bancario nacional. "Estamos viendo movimiento en las noticias, pero no noticias graves, lo cual es bueno (...) no creo que estemos en la fase de 2008-2009, ni mucho menos, en lo que respecta al contagio", dijo Joe Saluzzi, cogestor de operaciones de Themis Trading.
Los problemas de Credit Suisse pusieron más presión sobre el sector bancario estadounidense, deshaciendo el alivio de las medidas de emergencia adoptadas por las autoridades estadounidenses para evitar el contagio tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) Financial y su competidor Signature Bank.
Algunos inversionistas creen que las agresivas subidas de las tasas de interés en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal han provocado grietas en el sistema financiero.
"Han endurecido hasta la tasa más pronunciada y drástica que hemos visto desde 1980, por lo que creo que esta podría ser la oportunidad para que hagan una pausa", dijo Jack Ablin, presidente de inversiones de Cresset Capital.
Las acciones de Credit Suisse, que cotizan en Estados Unidos, cayeron a un mínimo histórico, después de que el mayor inversionista en el banco dijo que no podía proporcionarle más financiación, iniciando una caída de los títulos de prestamistas europeos y presionando también a los bancos estadounidenses.
La caída puso fin anticipadamente a un tibio intento de recuperación de Wall Street de la sesión de ayer.
"El rebote de ayer de los valores financieros, los bancos, tenía sentido, pero el factor predominante es la pérdida de confianza y el miedo a lo desconocido", dijo Mark Stoeckle, presidente ejecutivo y gestor de carteras de Adams Funds.