Sin importar quien gane la Presidencia de México, el gobierno federal tendrá que impulsar una reforma fiscal, ante el menor crecimiento de los ingresos tributarios en el país, e ingresos petroleros con tendencia a la baja, además de gasto creciente por pagos obligatorios.
De acuerdo con un análisis de “México Evalúa”, al quinto año del sexenio actual, los ingresos totales del sector público acumulan un crecimiento de 6.7%, 443,000 millones de pesos frente a 2018.
Un grupo de expertos en finanzas públicas de “México Evalúa” pronostica que el sexenio del Ejecutivo Federal será el peor de los últimos cuatro en cuanto a crecimiento de los recursos públicos: en el sexenio de Peña Nieto los ingresos aumentaron 14.7%, 847,000 millones de pesos; con Calderón 20.3%, 971,000 millones, y con Fox 45.7%, 1.5 billones.
Por su parte, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) considera que es urgente que el próximo gobierno impulse una reforma fiscal, con el objetivo de que más contribuyentes paguen impuestos, y no recaiga en 12,000 contribuyentes cautivos, que en promedio aportan el 50% de la recaudación del país. El referido organismo considera que son necesarios cambios en las disposiciones fiscales para actualizar montos para deducciones personales (estímulos fiscales) como las colegiaturas, con objeto de otorgar incentivos para los pagadores de impuestos.
Asimismo, se necesita la reforma a gastos ineludibles que cada vez ponen más presión a las necesidades del gasto público, como las transferencias federales a los estados, el pago de la deuda y las pensiones.
El IMCP también está poniendo en la mesa, para presentar a las candidatas y candidato a la presidencia de la República, una propuesta de reforma fiscal que considere la eliminación de algunas exenciones que existen en el ISR, IVA y el IEPS.