A principios de este año, el panorama económico para México parecía incierto, con pronósticos que anticipaban un modesto crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ligeramente superior al 1%. Sin embargo, recientes declaraciones del Banco de México (Banxico) señalan una corrección significativa al alza, ajustando el pronóstico de crecimiento del PIB a un 3% puntual para 2023, con la posibilidad de alcanzar un 3.5%.
Esta revisión ha sorprendido incluso a expertos de Banxico. El subgobernador Jonathan Heath admitió que el crecimiento en lo que va del año ha excedido las expectativas. Se esperaba un impacto negativo debido a una anticipada recesión en Estados Unidos, que finalmente no se concretó. Esta no ocurrencia llevó a los analistas a corregir sus proyecciones.
Sin embargo, más allá de factores externos, el verdadero protagonista de este giro económico ha sido el consumo interno. El incremento en las remesas, la creación de empleos y el aumento de los salarios reales han inyectado un vigoroso impulso al consumo de los hogares mexicanos, respaldando la economía del país.
Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora de Banxico, destacó la resiliencia del consumo en México y sugirió que podría actuar como un colchón ante posibles shocks externos, como el debilitamiento del PIB de Estados Unidos.
Pero no todo son buenas noticias. A pesar del entusiasmo actual, el informe de Banxico identifica riesgos claros en el horizonte, entre ellos:
Sin embargo, hay un consenso: la economía mexicana está calentándose. Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, sugiere que el país no tiene mucho espacio para maniobras en política monetaria. Una economía sobrecalentada, junto con altos niveles de utilización de recursos, podría exigir a Banxico mantener una postura monetaria restrictiva para moderar la economía y mantener bajo control la inflación.
En resumen, México ha mostrado una notable capacidad para adaptarse y crecer en un entorno económico global incierto. La resiliente economía interna ha sorprendido, pero también subraya la importancia de mantener políticas prudentes ante los desafíos que se avecinan.