El ámbito fiscal es una de las áreas más complejas y extensas del derecho, en donde México ha demostrado su compromiso no solo con las normativas internas sino también con las internacionales. Esto se evidencia en la serie de tratados fiscales que el país ha celebrado, abarcando temas como los convenios de intercambio de información, la prevención de la doble tributación y la asistencia administrativa mutua en materia fiscal, por nombrar algunos.
Uno de los puntos de relevancia es el destacado papel que juegan los tratados internacionales dentro de la jerarquía legal mexicana. El Código Fiscal de la Federación (CFF) estipula su aplicabilidad en ausencia de leyes fiscales especiales y "sin perjuicio de los tratados internacionales de que México sea parte", otorgándoles, por ende, una jerarquía superior. Esta posición se refuerza con el reconocimiento explícito de la obligatoriedad de dichos tratados dentro del Derecho Fiscal mexicano.
Sin embargo, el reconocimiento de esta superioridad no se limita únicamente al marco fiscal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha emitido resoluciones afirmando la primacía de los tratados internacionales sobre las leyes nacionales. Un claro ejemplo es la tesis aislada que reconoce que dichos tratados se encuentran en una jerarquía inmediatamente debajo de la Constitución Federal y por encima del derecho federal y local. Esta postura reafirma el compromiso de México con la comunidad internacional y sus responsabilidades en virtud de los acuerdos que firma.
Esta supremacía de los tratados sobre la legislación interna garantiza que cualquier modificación posterior a las leyes fiscales o al CFF no alterará la validez u obligatoriedad de los tratados. Esta posición también fortalece el carácter vinculante de los tratados y resuelve debates anteriores sobre si estos instrumentos internacionales podían hacer inaplicable la ley nacional aprobada por el Congreso.
Es relevante también mencionar la tesis jurisprudencial P./J.20/2014, que sigue siendo el criterio actual del tribunal más alto del país en cuanto a la relevancia de los tratados internacionales, reafirmando su primacía incluso por encima del derecho federal.
En conclusión, México ha demostrado una clara orientación hacia la globalización y el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia fiscal. La supremacía de los tratados internacionales no solo refleja el compromiso del país con sus contrapartes internacionales, sino que también proporciona un marco legal claro y firme para las operaciones y obligaciones fiscales dentro del país.