Con casi nueve décadas de aplicación y múltiples reformas que han acompañado la evolución del comercio y las necesidades empresariales, la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM) mexicana se prepara para celebrar su 90 aniversario no solo con un legado histórico, sino con una adaptación hacia el futuro tecnológico. La reforma publicada el 20 de octubre de 2023 marca un hito significativo al incorporar la digitalización en la operativa societaria, evidenciando la capacidad de la legislación para evolucionar junto a la sociedad que regula.
El artículo seis de la LGSM se enriquece con una nueva fracción, la XIV, que establece las bases para una nueva era digital en la constitución y administración de las sociedades mercantiles. La escritura constitutiva, piedra angular de cualquier entidad, deberá ahora contemplar normas claras para la realización de asambleas y juntas tanto presenciales como electrónicas o híbridas, garantizando así la participación efectiva y equitativa de todos los socios o accionistas, independientemente de su ubicación geográfica.
La reforma trae ajustes específicos para la SRL, modificando los artículos 75, 80, 81 y 82. Sobresale la posibilidad de que las decisiones del consejo de gerentes se tomen electrónicamente, ampliando las opciones para la convocatoria y celebración de asambleas, y se flexibiliza la ubicación de las mismas, facilitando que puedan ser válidamente celebradas incluso fuera del domicilio social, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
Las S.A. también se benefician de ajustes normativos que posibilitan la realización de asambleas y sesiones de Consejo de Administración a través de medios electrónicos, proporcionando así una validez indiscutible a las decisiones tomadas bajo estas modalidades. Se enfatiza la legalidad y la validez de las decisiones tomadas fuera de sesión, siempre que estén debidamente confirmadas por escrito o de manera electrónica.
La asamblea de accionistas, clave en la toma de decisiones estratégicas, ahora puede disfrutar de la flexibilidad de ser convocada y realizada por medios digitales, lo que facilita la inclusión y participación activa de todos los accionistas, democratizando aún más el proceso de toma de decisiones.
En concordancia con el impulso digital, se simplifica la publicación de convocatorias y la disponibilidad de informes y estados financieros, permitiendo su ubicación en medios electrónicos especificados en los estatutos. Además, se reconoce la firma electrónica como válida para la firma de actas de asamblea, modernizando y agilizando los procesos administrativos.
La reforma de la LGSM en 2023 no es solo un ajuste legal, es un reconocimiento de la inevitabilidad de la transformación digital y su impacto en el mundo empresarial. Al facilitar los procesos administrativos y de toma de decisiones a través de medios electrónicos, la LGSM ofrece un marco legal adaptado a las necesidades del presente y preparado para el futuro, promoviendo así una mayor eficiencia y flexibilidad en la gestión empresarial. Las sociedades mexicanas están llamadas a incorporar estas disposiciones en sus estatutos para aprovechar las ventajas de esta evolución normativa, posicionándose así en la vanguardia de la economía digital.