"India: La emergente gigante económica del siglo XXI"

India, la nación con la segunda mayor población en el mundo, está en una trayectoria ascendente que no muestra signos de desaceleración. Se proyecta que, antes de que finalice la década, India se posicionará como la cuarta economía más grande del mundo, superando a potencias económicas como Alemania y quedando sólo detrás de Estados Unidos, China y Japón.

Aunque el meteórico ascenso de China en el ámbito económico mundial ha acaparado titulares, la progresión de India es igualmente notoria. Desde el comienzo del siglo XXI, ha experimentado un crecimiento anual superior al 6%. Esta impresionante tasa ha permitido el florecimiento de una clase media robusta, que actualmente se estima entre 100 y 150 millones de personas y que tiene el potencial de triplicarse en las próximas dos décadas.

El mercado interno indio se ha vuelto vital para las corporaciones internacionales. India se destaca como el sexto mayor importador mundial, y su relación con el petróleo es tal que sus decisiones pueden hacer oscilar el mercado global. Con compras anuales de crudo que superan los 90,000 millones de dólares, la influencia de India es innegable.

Las marcas indias también están obteniendo reconocimiento mundial. Es el mayor productor mundial de productos farmacéuticos y empresas como Infosys se destacan en el ámbito de la tecnología de la información. Además, el conglomerado Tata no sólo es un emblema en India, sino que también es propietario de marcas icónicas a nivel global, como Land Rover.

El 2023 fue particularmente significativo para India, registrando un crecimiento que superó al de todas las principales economías del mundo. Impulsado por el consumo privado, las exportaciones y el gasto público, India está capitalizando su potencial económico.

Mirando hacia el futuro, se espera que la inversión en infraestructura para las comunidades más desfavorecidas impulse aún más el PIB del país. Además, con la incorporación gradual de mujeres al mercado laboral, la economía tiene un potencial adicional de crecimiento.

Pese a la vasta distancia entre México y la India, ambos países están más conectados de lo que parece, compitiendo por inversiones similares y siendo interlocutores clave en la economía global. La cumbre del G20 que se celebrará en India es testimonio de su creciente influencia en el escenario mundial.

Y, como dato curioso, a pesar de la significativa cantidad de remesas que recibe México, India lo supera con un impresionante total de 110,000 millones de dólares al año.

La reunión del G20 será una oportunidad para que el primer ministro indio, Narendra Modi, proyecte a India como la próxima superpotencia económica. Sin embargo, la elección de utilizar "Bharat", el nombre del país en hindi, para las invitaciones a la cumbre, ha generado especulaciones. ¿Se avecina un cambio de identidad para la emergente potencia económica?

En resumen, es imperativo que el mundo esté atento al ascenso de India. Su trayectoria y potencial no sólo moldearán su futuro, sino también el panorama económico mundial