Hasta qué edad crecen las mujeres y los hombres

El crecimiento es una preocupación que tenemos cuando somos jóvenes, por nuestra particular forma de compararnos, en cuestiones de talla.

Y se incrementa cuando somos padres y acudimos al control pediátrico, allí constatamos los cambios; si tienes inquietudes a este respecto, ven con nosotros que trataremos este tema y te informaremos en forma apropiada.

Se ha establecido que el intervalo de edades de lo que se considera definitivo de crecimiento corporal de los géneros, se encuentra entre los 14 y 16 años las hembras y entre los 16 y los 18 años los varones, extendiéndose hasta la mayoría de edad. Pero veamos cómo sucede y qué factores influyen en ambos casos.

Crecimiento ¿Qué es?

El crecimiento corporal es el proceso anatómico evolutivo propio de los seres vivos. Se inicia en el momento de la concepción y continua hasta que el sistema óseo madura y se cierra el ciclo con el desarrollo sexual de nuestra especie.

En condiciones normales este ciclo se cumple durante los segundos diez años de nuestra vida, la adolescencia es el momento crítico en nuestro ciclo de vida, allí ocurren los cambios que nos definirán como adultos.

Este proceso varía de acuerdo al género, las mujeres crecen de una forma y los hombres de otra, son procesos disímiles, este se asocia a cambios hormonales, a la genética y a la nutrición.

¿Por qué crecemos?

El crecimiento humano se relaciona con la evolución y se observa con cambios físicos notables. Es un proceso fisiológico progresivo, normalmente comienza con alargamientos óseos e incremento de peso, por etapas hasta llegar a la adultez.

Los cambios de talla son graduales y se inician durante el primer año, continúan en el preescolar y más notables en la adolescencia.

Los llamados estirones se suceden por etapas, el paso de neonato a niño y el estirón puberal, constituye el último momento de crecimiento rápido de individuos.

Este periodo va desde el décimo aniversario hasta finales de la segunda década.

¿Cómo crecemos?

Un factor determinante en el crecimiento corporal es el género. Por lo general, las chicas inician su desarrollo previo al de los chicos. Durante el octavo aniversario aparecen las variaciones endocrinológicas en las féminas y en los varones aparecen en el décimo año.

Esta diferencia se mantiene durante la adolescencia y se hace más evidente durante la etapa escolar.

Es frecuente, ver chicas con cambios corporales notables, productos de las variaciones fisiológicas y no manifiestas en los chicos, aun siendo condiscípulos.

Los cambios en las adolescentes se muestran como cambios de talla, en la distribución corporal, se acentúan las caderas, los senos se agrandan y el aparato genital se prepara para la reproducción.

Asimismo, la menstruación es un límite significativo en el desarrollo femenino, pues desacelera el crecimiento corporal y, suceden cambios endocrinológicos que producen modificaciones físicas y psicológicas.

En los varones, este lapso viene marcado por cambios emotivos y fisionómicos.

Se manifiesta un crecimiento óseo rápido, entre ellos, el de la laringe; esto muestra con cambios de tonos de voz, tornándose más fuerte y grave.

Por otro lado, el sistema muscular se fortalece, aparecen variaciones de tamaños de los genitales y vellos a su alrededor y, también en el rostro y en las extremidades.

Ahora se alcanza lo que será la altura definitiva o una muy próxima a ella.

Factores que influyen en el crecimiento corporal

El crecimiento, tanto en varones como en las hembras, depende no solamente de la genética, sino de otros factores involucrados.

La talla alcanzada por los humanos, está condicionada por la calidad de su nutrición y su capacidad de descansar.

Una dieta sana y equilibrada rica en vitaminas y minerales, redundará en un desarrollo adecuado de los sistemas óseos y musculares.

Asimismo, al descansar, el cuerpo produce cambios hormonales, entre ellas desarrolla la del crecimiento, denominada somatotropina.

Este un motivo adicional para que se programe el hábito del descanso nocturno, en la medida que crecemos, cambian los periodos de sueño, y notable cuando alcanzamos la madurez que se reduce el periodo de sueño.

Las glándulas tiroideas tienen influencia directa en el desarrollo óseo. Por ello, la deficiencia de su producción hormonal se vincula con problemas en el crecimiento.

Se observa que una persona saludable crecerá desde el momento en que fue concebido.

Para el control del crecimiento, los pediatras, tabulan el peso y talla de los niños y los comparan con tablas oficiales de los organismos especializados, para constatar, un crecimiento típico.

Por nuestra parte, notamos con naturalidad los cambios progresivos de las prendas de vestir de nuestros hijos y, si esto no ocurre normalmente, debemos consultar al especialista.