El top 3 de estrategias corporativas

Las estrategias corporativas son acciones que una empresa o corporación planifican para un largo plazo, con la finalidad de crecer y desarrollarse de forma satisfactoria en el mercado nacional e internacional. Acompáñanos y te mostramos el top 3 de estrategias corporativas.

1. Tesla, un juego a largo plazo

Tesla decidió arriesgarse y cambiar el panorama común. Lo común es que las empresas cuando van a sacar un nuevo proyecto o un nuevo producto es que crean lo que se conoce como MVP o Producto Mínimo Viable.

Este consiste en una versión inicial del producto con funciones limitadas o una versión “ligera” que permite ofrecer un producto con un precio bastante bajo en su lanzamiento, permitiendo a su vez captar la atención y que los usuarios prueben y genere interés en el producto terminado. Tesla por su parte, cambió la manera de actuar e hizo todo lo contrario.

Es bien sabido que Tesla desde hace un tiempo tiene como objetivo transformarse en la empresa automovilística más grande a nivel mundial. Están conscientes que para lograrlo y ser los más grandes por el volumen deben ganar en el espacio de autos de consumo de gama baja, aquellos que tienen un precio de compra de unos 30.000 $.

A pesar de ello, en vez de sumarse al mercado creando una versión económica con limitadas funciones de autos eléctricos para conseguir una escalada rápida, la empresa creó el automóvil más caro y más lujoso, un deportivo con las mejores funciones del mercado.

Se trata del Tesla Roadster, que tendrá un precio de venta a partir de un poco más de 200.000 $. Siendo este el primer auto que produjeron a sabiendas de que no podrían lograr la eficiencia que necesitaba para lograr ganancias, inclusive con un precio tan elevado.

Actualmente Tesla es reconocida como la compañía automotriz más valiosa a nivel mundial, opacando a toda competencia. Lo que indica que su estrategia fuera de lo común fue un acierto para la marca.

2. Airbnb, dejando a un lado la escalabilidad

Airbnb es reconocida como una de las empresas de tecnología con más rápido crecimiento, luego de su OPI en el 2020, lograron una valoración mayor a los 100.000 millones de dólares, con una valoración actual de 87,74 mil millones de dólares.

Sin embargo, sus inicios no fueron tan fáciles, iniciaron con la tecnología más baja del mercado. Su primer alquiler fue de tres colchones de aire en el piso del departamento de Brian y Joe, los cofundadores de la empresa, obteniendo 80 $ por persona. Coincidieron en que era una buena idea para una startup y desarrollaron un sitio web con el que invitaron a otras personas a listar sus colchones para alquiler.

A pesar de que lograron algunas reservas las cosas no salieron como esperaban, tenían largos listados y mucho tráfico en el sitio, pero no tenían un número aceptable de reservas.

Se frustraron y decidieron tomar una cámara y en cada persona que aparecía en su listado tocaron sus puertas y tomaron fotos del lugar, las retocaron y las subieron al sitio, cambiando las que los propietarios habían tomado.

Al mes siguiente las ventas fueron del doble, luego del triple y siguieron así. Posteriormente se centraron fotógrafos para hacer fotografías profesionales de los lugares.

3. Toyota, la humildad y eficiencia pueden convertirse en la mejor estrategia

En 1973, los fabricantes estadounidenses de automóviles cubrían un poco más del 82% del mercado, hoy en día no tienen ni el 50%. El motivo principal es la entrada inesperada de los japoneses liderados por la marca Toyota, en el mercado de EE. UU en el año 1970.

Para estados unidos fue una sorpresa que los japoneses vendieran autos fabricados en japón en suelo estadounidense, los autos son pesados, grandes y el costo de transporte es alto. Sin embargo, Toyota vendía autos a precios mucho más bajos que los fabricantes estadounidenses. La industria automotriz fue de gran ayuda para la economía del país, por lo que el gobierno implementó impuestos proteccionistas, lo que hizo que los automóviles japoneses tuvieran un precio similar a los de fabricación local.

Pero fue una táctica fallida, a los años, Toyota había conseguido establecerse y fundar plantas de producción en Estados Unidos, quitándose de encima la obligación de pagar impuestos de importación. Los fabricantes estadounidenses no se preocuparon en un principio, ya que los procesos tenían un costo y consideraban que los japoneses tendrían que vender sus autos a precios similares a los de ellos.

Eso no ocurrió, Toyota continuó fabricando autos, ahora en Estados Unidos, por un precio mucho menor que los estadounidenses, esto gracias a sus procesos eficientes y perfeccionados de producción, mejorando continuamente. Por supuesto toda esta historia no fue tan rápida, los japoneses estuvieron años estudiando el mercado, conociendo sus propias debilidades y mejorando continuamente hasta que consideraron que estaban listos para triunfar.