El próximo 1 de octubre de 2024, México comenzará una nueva etapa con Claudia Sheinbaum al frente del gobierno. La virtual presidenta electa ha presentado un ambicioso plan económico centrado en lo que denomina “economía moral”, que busca promover el crecimiento inclusivo y sostenible, reducir la pobreza y las desigualdades, y fomentar la colaboración entre el sector público y privado. Este enfoque tiene el potencial de abrir nuevas oportunidades para empresarios y emprendedores, tanto nacionales como extranjeros.
Economía Moral y Bienestar Social: La “economía moral” se basa en principios de justicia social y equidad, priorizando una distribución más justa de la riqueza y combatiendo la corrupción. Sheinbaum ha subrayado que estos principios son fundamentales para el desarrollo económico del país, apuntando a un crecimiento que beneficie a todos los sectores de la sociedad.
Inversiones Públicas y Privadas: Se proyecta una inversión significativa tanto del sector privado como del gobierno en áreas clave como trenes, vivienda, agua, caminos, carreteras y energía. En 2025, se destinarán recursos públicos para impulsar estos sectores estratégicos, lo que representa una gran oportunidad para empresas relacionadas con infraestructura y servicios públicos.
Colaboración Público-Privada: Sheinbaum ha resaltado la importancia de trabajar en conjunto con la iniciativa privada para asegurar que las inversiones tengan un impacto tangible en la calidad de vida de los mexicanos. Esta colaboración se enfocará en proyectos de infraestructura, desarrollo económico y bienestar social.
Simplificación Tributaria y Estado de Derecho: La administración de Sheinbaum, con Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda, se compromete a mantener la simplificación tributaria y el respeto al Estado de Derecho. Esto busca brindar un entorno de mayor certidumbre y confianza para los inversores nacionales e internacionales.
Desarrollo de Parques Industriales: Se ha planteado la creación de 100 nuevos parques industriales durante el sexenio, orientados al desarrollo ordenado y regional, aprovechando la conectividad con carreteras, ferrocarriles, puertos y el comercio con Estados Unidos. Este desarrollo es especialmente relevante para las empresas de manufactura, logística y comercio internacional.
Explorar Oportunidades en Infraestructura: Con un fuerte enfoque en inversiones públicas en infraestructura, es crucial que las empresas en este sector evalúen sus capacidades y consideren alianzas estratégicas para participar en proyectos gubernamentales. Esto incluye desde construcción de viviendas hasta desarrollo de tecnologías para el agua y la energía.
Adaptarse a la Economía Moral: Las empresas deben alinear sus operaciones con los principios de la economía moral. Esto implica adoptar prácticas de responsabilidad social empresarial, mejorar las condiciones laborales, y asegurar una cadena de suministro ética. Ser proactivo en estos aspectos no solo ayuda a cumplir con posibles nuevas regulaciones, sino que también mejora la reputación corporativa.
Participar en Proyectos de Colaboración Público-Privada: Las oportunidades para colaborar con el gobierno en proyectos de infraestructura y desarrollo social serán amplias. Mantente informado sobre licitaciones y convocatorias, y considera cómo tu empresa puede aportar valor en estas iniciativas.
Prepararse para la Simplificación Tributaria: Con la promesa de simplificación tributaria, es un buen momento para que las empresas revisen su situación fiscal y busquen maneras de optimizar su cumplimiento tributario. Consultar con asesores fiscales sobre cómo beneficiarse de las posibles reformas es una estrategia clave.
Aprovechar el Desarrollo de Parques Industriales: Si tu empresa está en el sector manufacturero o logístico, evalúa las oportunidades que surgirán con la creación de nuevos parques industriales. Considera expandir o relocalizar operaciones para beneficiarte de las mejoras en conectividad y proximidad a mercados clave.
El plan económico de Claudia Sheinbaum ofrece un marco de crecimiento inclusivo y sostenible, con un énfasis en la justicia social, la equidad y la colaboración entre el sector público y privado. Para los empresarios y emprendedores, este es un momento crucial para alinearse con estas políticas, identificar oportunidades de inversión y participar activamente en el desarrollo económico del país. Con una planificación estratégica y un enfoque en la sostenibilidad y la equidad, las empresas pueden no solo prosperar en este nuevo entorno, sino también contribuir significativamente al progreso de México.