La economía mexicana va a cerrar este año con niveles bajos sin grandes tropiezos macroeconómicos. Ellos en gran medida por factores externos positivos, dada una coyuntura favorable por nuestra relación interdependencia con Estados Unidos. Sobresalen los siguientes hechos económicos.
Para este año la inversión Extranjera Directa fue de 29,000 millones de dólares 30% más que en 2021. De ella, el 40% proviene de Estados Unidos y 10% de Candada. El resto de otro países, principalmente España, Argentina, Japón y Reino Unido.
De las exportaciones, el 60% corresponde al contenido importado, bienes intermedios que se integran al proceso productivo para generar los bienes finales. El destino de las exportaciones, en un 80% es el mercado norteamericano. Esto evidencia las ventajas que ofrecen la vencida con el mercado más importante del mundo.
Para el próximo año, estos factores podrían verse disminuidos en su magnitud dada la posibilidad de una recesión económica en Estados Unidos a partir del segundo semestre. También la guerra en Europa por la invasión rusa a Ucrania es otra presión en el comercio internacional, así como las alzas en las tasas de interés. Consecuentemente se estimas que el crecimiento de México se verá afectado.
En otro contexto, México necesita elevar sustancialmente su inversión en plantes y equipo productivo. Si no superamos el bajo nivel de las inversiones de los últimos decenos el 20% del Productor Interno Bruto, no será posible sostener un crecimiento económico que permita absorber el rezago en el empleo, además del que se demanda anualmente por el crecimiento de la Población Económicamente Activa. Así mismo, emprender programas sociales de amplia cobertura y modernizar el país.
El alto crecimiento económico de China, India, Japón. Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Chile, se explica porque tienen niveles altos de inversión, como por ejemplo el 40% del PIB en China, 38% en Singapur, 35% en Chile, 32% en Corea del Sur.
La urgencia de México es superar los efectos perniciosos de la pandemia, vencer la desocupación y la pobreza. Desocupación y pobreza van de la mano favorecidos por coyunturas de crisis y de pandemia.
El mundo está demasiado interconectado y es demasiado interdependientes como para permitir que alguien se mantenga al margen y al mismo tiempo se sienta seguro cuando esta batalla continúa… Esta lucha definirá en qué mundo vivirán nuestros hijos y nietos, y luego sus hijos y nietos” Volodímir Zelenski.
S. Mota Economista.