El éxito es una idealización individual y particular, pero que todo profesional pretende alcanzar. Su definición es variable y, mientras para unos significa alcanzar la primera posición de la empresa de la que forman parte, para otros puede ser lo mismo que desempeñar su función de la mejor manera posible.
Cada persona tiene una idealización diferente del éxito. Por lo tanto, no hay un camino específico ni reglas rígidas para conquistarlo. Sin embargo, existen conductas y actitudes que, aplicadas a cualquier contexto, contribuyen significativamente al desarrollo de carrera.
El mundo de los negocios es cada vez más competitivo, las empresas buscan diferentes formas de destacarse en el mercado y así mantener una sana rentabilidad. En este sentido, las organizaciones han prestado cada vez más atención a la calidad de sus empleados, valorando a aquellos que se desempeñan por encima del promedio.
¡Consulta a continuación cuáles son las actitudes fundamentales para sobresalir, construir una carrera exitosa y lograr resultados extraordinarios!
1. Trabajar bien en equipo
Los profesionales exitosos saben cómo lidiar con las diferencias, fomentar el comportamiento positivo y la cooperación, y ayudar a construir un entorno saludable. Esto porque entienden que los grandes resultados se logran combinando talentos y habilidades complementarias, que fortalecen la capacidad individual y mejoran el desempeño del equipo en su conjunto.
2. Flexibilidad
Los movimientos del mercado nunca han sido tan rápidos como lo son hoy. Por lo tanto, la facilidad para adaptarse a los cambios que suceden todo el tiempo es una habilidad indispensable. A los profesionales flexibles les resulta fácil alcanzar el éxito porque no dudan en adaptarse al mercado, encontrando así grandes oportunidades de crecimiento.
3. Confianza
Los campeones tienen en común una buena dosis de confianza en sí mismos y la certeza de su capacidad para transformar escenarios, alcanzar sus objetivos y superarse cada día. El autor Brian Tracy de The Success Cycle dice que la confianza en uno mismo se fortalece por cuatro factores:
• Claridad (sobre quién eres y qué quieres); • Convicción (de sus valores); • Compromiso (con el propio plan de acción); • Consistencia (enfoque y persistencia para lograr lo determinado).
Si una persona no confía en sí misma, difícilmente se permitirá actuar, arriesgarse y atreverse a ir más allá. Entonces, como todo comienza en la mente, es fundamental nutrir las ideas de confianza en uno mismo.
4. Foco
Los profesionales exitosos están muy enfocados en su jornada laboral. Saben utilizar las herramientas a las que tienen acceso para potenciar su rendimiento y lograr resultados que van más allá de la media. Además, suelen sentirse animados a superar barreras y batir récords.
Estas personas entienden la importancia de sus roles para el éxito de la organización y se sienten verdaderamente parte de ella. Dan lo mejor de sí para el crecimiento de la empresa, considerando que los resultados de su esfuerzo serán naturalmente recompensados.
5. Visión sistémica
Los grandes profesionales no se limitan a ser simples hacedores de tareas, son curiosos e interesados en comprender las distintas áreas de la empresa en la que se desempeñan. Son personas que buscan conocer el funcionamiento general, los procesos y organigramas organizacionales, así como cada función que contribuye al logro de los resultados.
Generalmente, también exploran el mercado en el que está inserta su organización, buscando ver nuevas posibilidades y estrategias que contribuyan para el aumento de su desempeño. Esto les da un sentido amplio de las oportunidades y amenazas de las que deben protegerse. 6. Ver oportunidades y asumir riesgos
Zona de confort es un término que no forma parte del vocabulario de los profesionales de éxito. Después de todo, un individuo que sigue haciendo las mismas cosas sin correr riesgos, difícilmente crecerá y evolucionará. Como dijo sabiamente Albert Einstein, la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.
Las personas exitosas no esperan a que aparezcan las oportunidades, sino que las crean y siempre están preparadas para enfrentar nuevos desafíos, asumir riesgos y hacer diferente. Vale la pena señalar que arriesgarse no significa ponerse en situaciones que impliquen peligro, sino atreverse, intentar algo nuevo, alcanzar vuelos más altos.
7. Sirve de inspiración
Por naturaleza, los profesionales exitosos exudan motivación e inspiran a las personas dondequiera que vayan. Sus actitudes impactan por sí mismas en el medio en el que se insertan, ya que no son necesarios los discursos cuando hay acción. Son personas que asumen sus roles con propósito, ponen esencia y alma en lo que hacen.
Esta es una característica muy importante en el liderazgo, después de todo, el papel de un líder implica inspirar a los que son dirigidos. Eso es lo que motivará al equipo a dedicarse y buscar los resultados de la empresa, mucho más que cualquier orden.
8. Aprende de tus compañeros de trabajo
Una persona exitosa tiene como una de sus características el deseo constante de evolucionar. Con ello, siempre está atenta a aprender de sus compañeros de trabajo, independientemente del puesto que ocupen. Así, son capaces de obtener diferentes vistas, lo que amplía su capacidad de percepción y aporta numerosos beneficios.
9. Evoluciona a través de los errores
Hay gente que piensa que quien ha conseguido el éxito no se equivoca y la realidad es bien distinta. Las personas exitosas cometen tantos errores como cualquier otra persona, la diferencia está en lo que hacen a continuación.
En lugar de avergonzarse de lo que pasó y bloquearlo de sus mentes, eligen entender lo que pasó. Por lo tanto, toman buenas lecciones de cada experiencia y las utilizan para su crecimiento.
10. Humildad
Finalmente, tenemos la humildad, que es la capacidad de reconocer las propias limitaciones. Un profesional humilde siempre está dispuesto a aprender de cualquiera, sin importar lo lejos que haya llegado. Esto hace que las puertas del conocimiento estén siempre abiertas.