Cuáles son las razones más comunes por las que fracasan los nuevos emprendimientos

Cuando alguien decide iniciar un nuevo emprendimiento apuesta todo por alcanzar el éxito. Pocos se detienen a pensar en que hay riesgos que te pueden llevar al fracaso. A continuación verás las razones más comunes por las que fracasan los nuevos emprendimientos.

Continúa leyendo hasta el final para que no cometas estos errores ahora que quieres iniciar tu nueva idea de negocio.

¿Por qué los nuevos emprendimientos fracasan? Son diversos los motivos que llevan a los nuevos emprendimientos en una dirección contraria al éxito. Algunos de ellos son los siguientes:

1. No hay un plan de negocios

Es complicado hacer nuevas proyecciones si no cuentas con un plan de negocios que respalde tu idea. Debes analizar las políticas de precios, rentabilidad, costos, utilidad, monto de la inversión y el financiamiento. Este último es importante para así poder sostener la primera etapa.

2. Se pierde tiempo en elaborar el producto y la estrategia

El tiempo es uno de los recursos más valiosos dentro del mundo empresarial y comercial. Ten presente que al principio ningún producto es perfecto. Del mismo modo, las estrategias iniciales tampoco son infalibles.

Pero si hay algo que debes de hacer es dar ese primer paso y comenzar a actuar, con el paso del tiempo y en la medida que vas interactuando con los clientes vas a poder ir perfeccionando las tácticas de ventas.

La idea es no demorarse demasiado tiempo en la etapa de lanzamiento, ya que corres el riesgo de que alguien más empiece a implementar tu idea dentro de ese nicho o público objetivo que has visualizado para ti.

3. No poder adaptarse

Debes de tener muy claro que siempre es necesario adaptarse a los cambios y las nuevas tendencias del mercado. Tanto los clientes como el sector donde operas son bastante dinámicos y constantemente van sufriendo cambios.

Si no te adaptas a ello tu empresa irá quedando rezagada y tus principales competidores terminarán por vencer y se quedarán con todos los clientes que has ganado con mucho esfuerzo. Si quieres saber cuáles son esos cambios lo mejor es escuchar a tu audiencia y analizar metódicamente el comportamiento del mercado.

4. Falta de compromiso

Aunque es algo que todos asumimos, es necesario mencionarlo en este texto. Ten presente que el negocio que estás inaugurando requiere de mucha dedicación, disciplina. En más de una ocasión deberás tomar difíciles decisiones y hacer sacrificios.

En este punto la paciencia y la perseverancia son la clave para salir airoso de cualquier situación.

5. Administración no adecuada del flujo de efectivo

Es bastante común encontrar que en los negocios hay un desequilibrio entre las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar. Lo recomendable es incluir diferentes fuentes de financiamiento de origen externo llevando un orden. Además, evita utilizar parte del capital para cubrir aspectos que no se han contemplado dentro de tu estrategia.

6. Deficiente gestión operativa

Cómo líder del negocio no debes perder o ceder el control del mismo. Para ello debes involucrarte de manera activa en el funcionamiento básico de tu emprendimiento. Esto es crucial especialmente durante la fase de lanzamiento. Debes de conocer el sistema de funcionamiento del negocio mejor que nadie.

Recuerda que eres el principal conocedor de los objetivos a alcanzar, así como los logros y metas a cumplir. Entonces, tú como dueño eres el primer supervisor y debes de garantizar que todas las acciones planteadas se cumplan.

De igual forma, asegúrate de contar con el mejor talento humano para operar tu idea de negocio. Si cuentas con los mejores y los mantienes motivados en todo momento las probabilidades de seguir adelante en tu emprendimiento se incrementan de manera exponencial.

7. Éxito demasiado temprano o tarde

Es cierto que las cosas deben de ir a su ritmo y no se deben acelerar o frenar. Pero en el caso de un nuevo emprendimiento, si el crecimiento o el éxito llegan muy temprano o muy tarde corres el riesgo de terminar en el fracaso.

Si la empresa crece de manera abrupta y no cuenta con un plan estratégico que al mismo tiempo sea realista y sostenido, lamentablemente puede llegar a su fin debido al mismo éxito. Por otra parte, si el crecimiento se demora más de lo normal, la vulnerabilidad ante el fracaso se elevará y consecuentemente ira disminuyendo su producción hasta que muera.