¿Cuáles son las consecuencias de la onicofagia en la salud bucodental?

No se llevan estadísticas formales de las personas que sufren onicofagia, pues no se acude al médico para controlar este trastorno. Sin embargo, se estima que alrededor del 30% de los niños en edades entre los 4 y 10 años se muerden las uñas. Con resultados no muy favorables para sus dientes. En este artículo se resume cuáles son las consecuencias de la onicofagia en la salud bucodental.

También hay estimaciones de que un 10% de los adultos tienen este hábito. Que no solo causa deformaciones en las uñas, sino que además compromete la salud bucodental. Asimismo, entre los jóvenes también se tiene este mal hábito, estimándose que un 50% de la población se muerde las uñas.

Las causas de la onicofagia en los niños pequeños son por imitación principalmente. Sin embargo, cuando adulto hay posibilidad de que se relacione con eventos de ansiedad, problemas de autoestima, rabia, frustración o estrés. Así que es importante tomar en cuenta si padece de este síndrome y visitar a un especialista para determinar por qué se muerde las uñas.

Consecuencias de la onicofagia

Las consecuencias de la onicofagia o síndrome de morderse las uñas, acarrea más que problemas estéticos. Las uñas se ven descuidadas con lesiones en las cutículas, deformándose su anatomía, pues ya no crecen igual.

No obstante, no es el único daño que ocasiona este mal hábito. Tener las manos en mal estado, incrementa el malestar psicológico en las personas. Además de que hay posibilidad de provocar paroniquia o infección bacteriana conocida comúnmente como uñero.

Además de que las uñas son hospederos de gran cantidad de gérmenes que, al llevarlos a la boca, se introducen en el tracto digestivo provocando muchas enfermedades. Pero particularmente, acarrea graves trastornos en las mandíbulas y en los dientes.

Desgaste de dientes

Una de las graves consecuencias de la onicofagia es que provoca el desgaste de los dientes, en especial los incisivos. Si el trastorno es grave, es muy posible que se provoque el desprendimiento de partículas de esmalte de los dientes. De esta forma las piezas dentales se van acortando lentamente sin que la persona se dé cuenta.

También genera que los dientes se amontonen y se desprendan los empastes. Lo cual es ocasionado por la presión constante que provoca morderse las uñas en forma continua.

Aparición de trastornos mandibulares

Otro de los problemas que se generan de este hábito, es la aparición de trastornos en las mandíbulas. Tales como dolor al masticar los alimentos principalmente.

Al morderse las uñas, se provoca tensión en la mandíbula que provoca alteraciones, dolor y ruido al morder.

Lesiones en las encías

Cuando la persona se muerde las uñas, también incrusta la uña en las encías, entre las piezas dentales, y ocasiona lesiones leves. En las cuales hay posibilidad de que se produzca inflamación (gingivitis) o sangrado y halitosis (periodontitis).

Así que lo más recomendable si se sufre de onicofagia es acudir a un especialista dental. El odontólogo podrá realizar un diagnóstico preciso del estado en que se encuentran sus dientes, mandíbulas y encías. Y así podrá prevenir o curar las afecciones que puedan haber generado el hábito de morderse las uñas.

Dejar el hábito de morderse las uñas

Cuando son niños los que tienen el hábito de morderse las uñas, no es muy complicado hacer que desaparezca. Por lo general se les enseña a que lo dejen distrayéndolo con diferentes actividades. Sin embargo, en la edad de la adolescencia o adultez es más complicado que esto.

Ya cuando la onicofagia es un trastorno obsesivo-compulsivo, por lo general, se requiere de la ayuda de profesionales para erradicar el mal. Es importante tener en cuenta que para erradicar cualquier mal hábito lo importante es tener paciencia. No es algo que se elimina de un día para otro.

No es posible lograrlo en solo unas pocas semanas. Es fundamental identificar cuál es el momento en que llevas las uñas a la boca y controlar esa acción. También es muy favorable hacer deportes, tocar instrumentos, escribir o realizar cualquier otra actividad que sea de tu agrado y te distraiga.

Es una forma de canalizar la ansiedad y evitar dañar las uñas y tener otras consecuencias graves en tu salud bucodental y el organismo en general.