Covid-19: el disruptor forzado

El 11 de marzo de 2020 el virus COVID-19 fue declarado por la OMS como una pandemia. Desde ese momento los casos confirmados se han acentuado de manera significativa a nivel mundial a pesar de las medidas tomadas en los diferentes países.

Esto ha generado un gran impacto en la economía y en la sociedad en todo el mundo, por lo que podría considerarse el covid-19 como un disruptor forzado que ha llegado para marcar el comienzo de un cambio social, empresarial, económico y educativo.

¿Por qué el covid- 19 es un disruptor?

El coronavirus ha hecho que lo que creíamos imaginable se convierta en realidad, y tanto los gobiernos como las sociedades han tomado medidas drásticas para garantizar protección a los más vulnerables.

Empresas y organizaciones

En su mayoría las empresas y organizaciones en general tuvieron que adaptarse y hacer que sus trabajadores se adaptaran a trabajar de forma remota, algo que de cierta manera desde hace algún tiempo se venía implementando tuvo que acelerar su proceso y realizarse de forma inmediata y sin ninguna planificación, de manera que pudiesen continuar con una capacidad reducida.

Muchos han sabido adaptarse con rapidez a las necesidades cambiantes de la sociedad, ofreciendo a sus clientes productos y servicios capaces de cubrir dichas necesidades. Otros han quedado es una especie de suspensión, esperando que todo se calme y vuelva a la normalidad.

Sin embargo, se ha demostrado que a pesar de que la calma regrese todas las organizaciones tendrán que cambiar y adaptarse a lo que es la nueva normalidad para asegurar su mantenimiento.

Sistema educativo

El sistema educativo ha recibido en primera instancia un golpe fuerte en todos los niveles, las actividades presenciales se han paralizado de forma repentina y tanto alumnos como instituciones han tenido que adaptarse violentamente a los cambios que el covid-19 trajo consigo.

Un informe de la UNESCO comenta sobre los impactos que la pandemia ha ocasionado a nivel educativo. En este se indica que los estudiantes han tenido que entrar en una dinámica de clases a distancia que no tenía ningún tipo de planificación, lo que afecta su vida cotidiana, las cargas financieras y la continuidad del aprendizaje.

Muchos países han logrado superar los problemas y salir adelante, incluso han aprendido a sacar grandes ventajas de esta nueva transformación y de la nueva normalidad.

Sin embargo otros se han visto más afectados, por ejemplo, América Latina y el Caribe dicha metodología de educación a distancia requiere que exista una elevada tasa de conectividad de calidad, pero solo 1 de cada 2 hogares tiene conectividad, con la incongruencia de que las tasas de líneas móviles si es muy elevada, incluso supera una línea móvil por individuo, lo que ha resultado en parte beneficioso para que los estudiantes puedan adaptarse a los cambios en el sistema.

Vidas personales

El Covid-19 es una enfermedad que no discrimina, todas las clases sociales y raciales se han visto afectadas por la pandemia, por supuesto puede que no todos al mismo nivel, pero sin duda todos hemos experimentado un encierro impuesto que ha cambiado para siempre la manera de ver el mundo. Las personas se han sentido deprimidas, apáticas, ansiosas, teniendo que hacer diferentes cambios en la vida cotidiana.

A pesar del distanciamiento social, la transformación digital se ha visto acelerada y gracias al internet y las redes sociales gran cantidad de familias alrededor del mundo han podido superar los efectos de la pandemia y mantenerse conectados durante tan difícil etapa. Asimismo ha permitido que las personas exploren nuevos intereses o pasatiempos.

La crisis ha hecho de más solidarias y creativas a las sociedades, las redes sociales se han convertido en una ventana para ver cómo han sido las diferentes respuestas y como cada quien ha buscado sus propios mecanismos para afrontar la situación.

Los padres han mejorado la relación con sus hijos, no solo han tenido que aprender a dar clases en casa, sino que han aprendido a garantizar tiempo de calidad, algo que la vida moderna en muchas casas había trastocado.

Cambio climático

Más allá de todas las interrupciones y dificultades financieras que la pandemia ha ocasionado, hay una crisis mayor que también acecha al mundo, se trata del cambio climático. Los cambios laborales, la disminución del uso de transportes, entre muchas otras consecuencias del confinamiento han demostrado una caída relevante en los niveles en la atmósfera de dióxido de nitrógeno en los centros industriales y principales ciudades de Europa y Asia.

Lo estimado es que se reduzcan las emisiones globales de CO₂, pudiendo limitar el calentamiento global como ha sido estipulado en el Acuerdo de París, lo que ha sido bastante difícil lograr, pero de lo que depende el mundo.