El avance de la tecnología y la innovación en la agricultura ha llevado a la aparición de técnicas de cultivo cada vez más especializadas, siendo los invernaderos hidropónicos uno de los ejemplos más destacados. Esta modalidad de cultivo utiliza sistemas acuáticos para nutrir las plantas, evitando el uso tradicional de suelo. Al ser una práctica avanzada, la venta y adquisición de equipos relacionados se ha vuelto una actividad frecuente, y es aquí donde entran cuestiones fiscales que deben ser precisadas.
El pasado 13 de julio de 2023, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emitió una especificación muy esperada sobre lo que se debe considerar como "equipos integrados a invernaderos hidropónicos", a través del criterio 17/IVA/N.
Puntos clave de la definición del SAT
Bienes tangibles: Para que un equipo se considere "integrado", debe ser tangible, es decir, un bien físico. Este bien puede tener o no la calidad de activo fijo de acuerdo con la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR). Venta conjunta con el invernadero hidropónico: Para que el equipo califique bajo este criterio, debe ser vendido conjuntamente con el invernadero hidropónico. Esta condición debe ser claramente estipulada en el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI). Producto terminado que cumple su función en conjunto: El equipo, además de ser vendido con el invernadero, debe ser una parte esencial de este, cumpliendo su función en conjunto con el sistema hidropónico. Tasa impositiva del 0%: Siguiendo estas directrices, el equipo en cuestión estará sujeto a una tasa impositiva del 0%. Es un aspecto crucial para quienes se dedican a la venta y adquisición de estos sistemas, ya que puede representar un ahorro significativo. Conclusión
La aclaración del SAT sobre lo que se considera "equipos integrados a invernaderos hidropónicos" brinda una guía esencial para los agricultores y empresas relacionadas con la venta de estos sistemas avanzados. Al comprender estas especificaciones, los involucrados en esta industria pueden tomar decisiones informadas y garantizar un cumplimiento fiscal adecuado. La agricultura moderna sigue avanzando, y es esencial que las regulaciones fiscales estén alineadas con la realidad del sector.