Para tener éxito en el trabajo, es fundamental estar preparado para ignorar las distracciones que pueden sacarlo de su enfoque productivo. Con eso en mente, hemos seleccionado cinco actitudes que pueden ayudarte, échale un vistazo.

1 – Establezca y siga un calendario de fechas límite

¿Te resistes a crear un cronograma con plazos y fechas porque crees que tu rutina se volverá demasiado metódica? Sepa que seguir esta lógica de organización hará que su rutina profesional sea más liviana, incluso abriendo espacio para actividades personales y relajantes.

Lo ideal es tener siempre una fecha límite para completar cualquier tarea y, si es posible, establecer fechas antes de las fechas límite reales que ha establecido su jefe. Por ejemplo, si tienes un proyecto con una semana para completar, pero sabes que si te dedicas, puedes completarlo en 4 días, debes apostar por el plazo más corto. Cuando tienes un pronóstico para terminar algo, es más sencillo mantenerte enfocado en hacer lo que debes hacer, evitando la procrastinación.

2 – Reducir el tiempo en las redes sociales

Si quieres convertirte en una persona productiva, debes replantearte la forma en que te relacionas con tus redes sociales en tu vida diaria.

Facebook, Instagram, Twitter, entre otras redes, pueden consumir una asombrosa cantidad de horas de tu rutina si no tienes cuidado. Recuerda que no tiene nada de malo tener perfiles personales para interactuar virtualmente con tus amigos, pero es necesario controlar el tiempo que se dedica a esta actividad.

Quien pueda, debe apagar su celular durante el trabajo y evitar acceder a las redes sociales. Si depende de su dispositivo para el trabajo, puede instalar aplicaciones que bloquean el acceso a los perfiles personales durante el viaje, como AppBlock y Forest. Intente medir el tiempo que pasa con su teléfono inteligente en la mano, reemplace el dispositivo con un libro u otro pasatiempo de vez en cuando en su tiempo libre.

3 – Organiza tu entorno físico de trabajo

Cuando la mesa y los alrededores son un caos, es muy difícil organizarse mentalmente para realizar las actividades que están en la lista de prioridades. Así que tómese el tiempo para ordenar sus artículos personales y de trabajo al final del día. A medida que pasa el tiempo, es natural mover las cosas sin devolverlas a su espacio original. Ser organizado le permite aumentar su enfoque en tareas que requieren más concentración.

4 – Reducir el tiempo dedicado a actividades superficiales

Hay ciertas actividades laborales del día a día que no requieren tanta concentración, como leer y contestar correos electrónicos. Si bien es tentador pasar una buena parte del día simplemente haciendo actividades superficiales, no es bueno si quieres tener un buen ritmo de trabajo.

Comienza a prestar atención a cuántas horas pasas abriendo y respondiendo correos electrónicos o mensajes corporativos en las aplicaciones. Lo ideal es reservar tiempo al principio y al final de la jornada laboral solo para esta tarea. Si cree que puede ser descortés hacer que la gente espere una respuesta, sepa que esta es en realidad la mejor manera de ser más productivo.

5 – Reconocer la importancia del descanso mental

El trabajo enfocado requiere demasiada atención por parte del profesional y, para reponer energías y cargar tu creatividad, es interesante invertir tiempo en tareas que te relajen a nivel cognitivo. El celular no es la mejor opción para ayudarlo a relajarse porque ofrece una serie de información que lo mantendrá despierto por mucho tiempo.

Por lo tanto, caminar, escuchar música, leer, entre otras actividades que no involucran pantallas de teléfonos inteligentes y computadoras, son esenciales para proporcionar un descanso mental de calidad. Son experiencias que funcionan para recargar las energías a aplicar en una nueva jornada de trabajo.