A veces, para que tengamos la posibilidad de hacer un buen trabajo, con la calidad que se espera de nosotros, es necesario que tengamos uno o más incentivos y que nos sintamos motivados diariamente para hacerlo. Y cuando hablo de sentirse animado o motivado, no me refiero solo a cuestiones que involucran el aspecto financiero, sino a puntos y elementos que van más allá.

Así, es fundamental que entendamos cuáles son nuestros principales incentivos y qué nos motiva cada día a desempeñar con maestría nuestras funciones, en las empresas a las que prestamos servicios, e incluso como empresarios y emprendedores, ya que nuestros clientes, proveedores y demás grupos de interés espera siempre lo mejor de nosotros.

Para muchas personas, ánimo y motivación son prácticamente sinónimos. Y, aunque no lo sean, son factores que conviven, sobre todo en el ámbito laboral y en la vida profesional. Pero si no son sinónimos, ¿qué significan? ¿Y cuál es la diferencia entre estímulo y motivación? ¡Eso es lo que te voy a decir ahora, querida persona!

Qué es el incentivo y qué es la motivación en el lugar de trabajo

Empecemos este contenido aclarando esta gran duda que debe estar rondando tu mente en estos momentos: La diferencia entre incentivo y motivación. Vea:

Incentivo

Cuando hablamos de incentivo, hablamos de algo que viene de afuera. Hablamos también de algo que necesita ser renovado constantemente.

Llevando este concepto al entorno empresarial, el incentivo es algo que los gerentes ofrecen como una especie de recompensa a sus empleados. Oportunidad de crecimiento, cambio en las condiciones laborales, reconocimiento son algunos de los incentivos que pueden ofrecer las empresas.

Vea más ejemplos de incentivos en el lugar de trabajo:

• Comisión de ventas; • Reconocimiento mensual a los mejores o mejores colaboradores; • Plan de empleos y salarios; • Oportunidad de crecimiento profesional; • Beneficios como becas, vales de despensa, vales de transporte, vales de combustible, vales de comida; • Entre muchos otros.

Observando estos puntos, se trata mucho más de algo que la empresa, empresarios, emprendedores, líderes y directivos puedan ofrecer a sus empleados, que algo que dependa más de ellos mismos. Otro buen ejemplo es un ambiente de trabajo donde los empleados tienen la calidad de vida que se merecen.

Motivación

Ahora bien, cuando hablamos de motivación, hablamos de algo que viene de dentro de cada uno. La motivación es algo muy particular, ya que se basa en las razones que llevan a los individuos a realizar (o no) ciertas acciones. Mientras que el incentivo faculta al empleado para realizar sus actividades, la motivación trae el significado que ese empleado tiene sobre esa tarea. La importancia de ver su participación en la actividad determinará el nivel de su compromiso.

Ejemplo: Me siento motivado para realizar mi trabajo en el Instituto Brasileño de Coaching - IBC, porque a través de la capacitación que doy, como Professional & Self Coaching - PSC, los cursos, conferencias, el contacto que tengo con los empleados que brindan allí servicio, tengo la oportunidad de poner en práctica mi misión, que es despertar y desarrollar el potencial infinito de tantas personas como sea posible con las que tengo y tendré contacto.

Véase, en este caso, depende mucho más de las cuestiones internas del individuo, de su misión de vida, de lo que quiere lograr y dejar un legado a lo largo de su existencia, que del esfuerzo mismo de la empresa. Así, en este caso, la Calidad de Vida en el Trabajo no es responsabilidad únicamente de la organización, ya que el colaborador también puede invertir en ese aspecto y realizar mejoras en su día a día para sentirse aún más motivado.

Cómo van juntos el incentivo y la motivación en el lugar de trabajo

Es importante que los gerentes entiendan y sepan cuáles son las motivaciones de sus empleados en el trabajo. Cuando esto está claro, se pueden elegir los incentivos con mayor asertividad. Por ejemplo, si la motivación de sus empleados tiene que ver con cuestiones salariales, ¿qué tal ofrecerles incentivos económicos para que cumplan sus objetivos en el plazo estipulado? Si se trata de asuntos personales, como la familia, por ejemplo, considere ofrecer tiempo libre como incentivo. Recuerde siempre recordar que los incentivos materiales no son los únicos que realmente funcionan.